Cuando iba a la primaria, durante unos años hicieron una mini feria del libro, donde vos podías comprar, mirar, leer, etc. Recuerdo que leí un libro (que hoy no me acuerdo el nombre) donde la protagonista (que tendría once años como yo) escribía un diario intimo. En vez de decirle Querido Diario, ella había bautizado a su diario Azul, y le decía Querido Azul. Dio la casualidad que en esa feria no solo vendían libros, también vendían diarios intimos. Me compré uno, porque me encantaba la idea de ponerle un nombre al diario. Le puse Violeta, porque era mi color preferido, también servía como nombre, y porque no soy muy original. Así que cada vez que abria mi diario ponía Querido Violeta y le escribía, como si fuera una amiga más, le contaba mis inocentes problemas y anotaba las cosas que hacia en el día.

Y así, escribí sobre mi viaje de egresados de séptimo, sobre las interminables pelas con una compañera de clase y sobre algunas cosas que no me acuerdo ahora (o que no me quiero acordar). El diario lo guardé durante un tiempo, son recuerdos, aunque me daba mucha verguenza leerlo cada vez que lo tenia en mis manos.
Un día lo encontró alguien que no quería que lo viera, y lo rogué que no lo leyera. No me hizo caso, y se rió mucho de mi. Me enoje y lo rompí.

En fin, creo que contaba esto, porque si hoy siguiera escribiendo en ese diario, le pondría algo como esto:

Querido (o era querida, no me acuerdo) Violeta:
Necesito alguien que entienda que estoy lejos de ser perfecta (muy lejos). Que entienda que soy colgada, que me olvido de llamar, de avisar, de contar, de hablar. Quiero alguien que pueda hacerme sonreír todo el tiempo, que sea simple, sencillo/a. Pero que a la vez tenga los sueños más maravillosos. Que quiera todo, pero a la vez nada. Que quiera escuchar música conmigo y ver el cielo, las estrellas y las nubes. Que me inspire, que quiera ir al teatro y recitales conmigo. Que crea en mi. Que se ria de mi pero también conmigo. Que busque ser feliz, aunque no sepa muy bien que es ser feliz. Que si algo le hace mal, que lo deje. Que no tenga miedo de ser.